En el juicio mediático y político contra el 15 M, me declaro más indignado. Más indignado si cabe.
Más indignado porque se han atrevido a llamar “indignos” a todo un colectivo por los actos de una minoría pero se escandalizan si un ciudadano llama “chorizos” a toda la clase política por los delitos de unos cuantos.
Más indignado porque se indignan los indignantes pero aún no se han dignado a recibir y aescuchar a uno sólo de los ciudadanos que llevan más de un mes manifestándose y acampando por una democracia mejor. Más indignado porque la violencia de unos pocos en unas pocas horas ha servido a los políticos y a los medios que les amparan para desprestigiar de un plumazo la resistencia pacífica, la iniciativa democrática y el trabajo tenaz de miles durante más de un mes.
Más indignado porque esos políticos y medios sólo llaman “violencia” a los empujones, pintarrajos y salpicaduras de unas pocas personas contra unos pocos diputados pero no les parece violento ni les merece la misma contundente condena el paro que afecta a casi 5 millones de habitantes ni los sueldos de 400 euros, los recortes sociales, la privatización de la sanidad y la educación públicas, el aumento de la edad de jubilación, la connivencia con las grandes fortunas y los bancos, las listas cerradas con imputados, sus privilegios, su corrupción, las pensiones vitalicias para parlamentarios y senadores, las cargas policiales contra ciudadanos pacíficos o la infiltración de policía en el movimiento 15 M y en las manifestaciones.
Más indignado porque una carga policial desmesurada contra esos ciudadanos que dejó un balance de más de 120 heridos no fuera respondida con la misma contundencia por esos políticos y prensa que ahora hablan de ataque intolerable a la democracia.
Más indignado y escamado porque no entiendo que se desalojara a porrazos la Plaza de Cataluña para dejar hueco a los futboleros pero para dejar hueco para que pasaran los parlamentarios la policía no fuera capaz de hacer un pasillo.
Más indignado y escamado porque eso ha permitido espectaculares imágenes de parlamentarios llegando en helicóptero con las que desviar la atención y convertirse en víctimas de una persecución.
Más indignado porque lo han conseguido, han conseguido que sólo se hable de la violencia de una minoría y el helicóptero de la otra minoría, a lo que se ha dado una importancia desorbitada, ocultando lo realmente importante, la razón por la que dos mil personas trataron de cortar el paso sin usar la violencia a los parlamentarios catalanes, la razón por la que esos parlamentarios iban al pleno: nuevos recortes sociales, una vez más recortar a los que más sufren la crisis mientras los principales causantes siguen impunes. Más indignado porque no recortaran en helicópteros para evitarse pasar con sus coches oficiales por delante de los gritos de los manifestantes.
Más indignado porque el Consejero de Seguridad, Felip Puig, que calificó de “éxito policial” la carga de los Mossos d’Esquadra contra los manifestantes de la Plaza de Cataluña, ahora presuma ufano de que él ya había advertido de la violencia de los indignados.
Más indignado de que nadie le recuerde que los más violentos han sido los policías que él dirige y nadie le pregunte por qué infiltra policías que no saben infiltrarse en las manifestaciones, generando más tensión y violencia, en lugar de prevenirla.
Más indignado de que se llamen “demócratas” los que infiltran policías para vigilar al ciudadano, que se llamen “demócratas” los que llevan listas cerradas y acogen imputados en ellas, los que dicen que la democracia es ir a votar cada cuatro años, que se apropien de la palabra “demócratas” como si los demás no lo fueran.
Más indignado porque los dos partidos mayoritarios de este país a los que se les llena la boca con la palabra “democracia”, llevan tres años obstaculizando la renovación del más alto tribunal de esa democracia, el Tribunal Constitucional, incumpliendo además la propia normativa de la institución y sus propias obligaciones como partido.
Más indignado porque hicieron lo mismo con la renovación de ciertos cargos del Senado. Más indignado porque esos mismos partidos que incumplen las leyes del sistema, se atrevan a llamar “antisistema” al 15M.
Más indignado porque los que pactan con los bancos, les dan dinero, no les piden responsabilidades ni les ponen límite en sus especulaciones, llaman “anti-sistema” a un movimiento que busca un sistema mejor.
Como ciudadano que me siento representado por las propuestas, la indignación y el espíritu delmovimiento surgido el 15 de mayo, a título personal me manifiesto contra cualquier tipo de violencia dentro de ese movimiento porque creo firmemente que “sin violencia somos más”. Pero aunque no justifico, sí entiendo que se pierdan las formas ante la sordera violenta de la clase política, que carece de clase y de políticas, y ante la violencia física de la policía que les defiende a palos. La sentencia está en la calle el próximo domingo 19-J, nueva cita de los políticos con el jurado popular.
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Reclama mi atención que en general, la prensa ha esquivado hablar sobre el pacto del euro. Sí he escuchado nombrar que se llama a una movilización, y que viene como consecución del movimiento del 15 de Mayo, pero sobre qué es el pacto del Euro? ni hablar -si bien en algún programa en particular han descrito brevemente y por encima las consecuencias que puede traer, no ha sido ni de cerca una noticia para informar a gran escala, sino mas bien como quien busca un documental (y no lo encuentra)-.
Sí se han visto publicaciones mediáticas y actuaciones policiales con el fin de desacreditar a todo el colectivo de manifestantes. Hay dos que son mis preferidos:
* Telemadrid, que habla del contraste entre la declaración de movimiento pacífico contra imágenes de policías que visten uniformes distintos a los que usan en eXpaña, que reciben palos de los manifestantes... que por alguna extraña razón llevan banderas... de Grecia!
* El testimonio en la Ciutadella donde unos mossos infiltrados -vestidos sin uniforme para pasar como manifestantes- inician una pelea para permitir así a los otros mossos -los que llevan uniformes, escudos y armas- puedan acometer contra todos los manifestantes, en general. El resultado es al día siguiente escuchar por la radio sobre aplicar medidas contra guerrillas urbanas, y negar por supuesto que hubiera ningún infiltrado por parte de los mossos de escuadra. Ah! Claro, porque esa misma tarde, el vídeo donde se mostraba esta escena fue borrado del Youtube:
Son detalles que te los puedes tomar como algo muy serio, como un ataque a la expresión y una burla al sentido crítico de la población. Para mí es una prueba de absurda ridiculez que me dan ganas de vomitar de la risa. Lo que sí me parece serio es que ante una gran masa ignorante y poco crítica, la manipulación está servida.
LoL...
A pesar de las manifestaciones, acampadas, y lo que sea, los gobernantes siguen siendo un hazme-reír, sólo eficientes a la hora de subirse -y mucho- los sueldos, pero demostrando una habilidad innata para responder ridiculeces :)
Hoy debería salir otro montón de gente a las calles. Por un lado temo que los medios hayan hecho efecto y no tenga el éxito que debería tener. Puede que no, pero aún así, sea cuanta gente sea, siempre pueden interpretar la manifestación como les plazca y seguir haciendo lo de siempre: nada útil.
Aún creyendo que seguirán con la suya, creo que hay que salir, simplemente para demostrarnos a nosotros mismos que somos conscientes del nivel de estafa al que estamos sometidos, y que no otorgamos callando. Las soluciones, seguramente, vendrán por otro camino.