Exigir la democracia, es lo que se lleva ahora

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Quien más quien menos está al tanto de las revueltas en distintos países del norte de África. La prensa internacional ha sido insistente con estos temas y las opiniones mas o menos van encaminadas a lo mismo. Otros muchos aprovechan los medios internautas para expresar sus opiniones, algunos con observaciones lúcidas, otros sueltan las a-partir-de-ahora-llamadas Bisbaladas. Después de escuchar estas ultimas semanas tantas noticias por la radio sobre Túnez y Egipto, he notado una sensación incómoda en los oídos que hace despertar la siguiente observación, que va un poco al margen de los hechos en sí.

El tema es que, mucha gente, muchísima gente, ha manifestado su descontento con sus líderes políticos. Pueden tener muchos y buenos motivos para estarlo, y este acto común ha hecho eco.

Ahora, como se han pronunciado los representantes de Naciones Unidas, de la Unión Europea o los expertos en ciencias sociales que aparecen en nuestros medios?
Exigen un proceso democrático.

Claro, porque, ese o aquél dictador, que llevan décadas allí mandando, pues no es muy democrático, y eso no solo esta mal, hay que apoyar el proceso democrático! ...A pesar de que con estos líderes, poco y mucho tiempo atrás se abrazaban o se dan la mano en público como buenos compañeros de negocios, sin trascender el régimen que apliquen a sus respectivos países.

Sarkozy niega asilo a Ben Ali
tras ser derrocado y abandonar tunez.

Democrácia, la propuesta de salvación a ese pais, con la que se ha insistido repetídamente como un proceso de márketing pseudo-político, es la aportación de "nuestros" líderes: el apoyo a la transición democrática. Realmente nada.

Las cosas han ocurrido diferentes en Libia, donde el proceso no ha sido pacífico en absoluto. Para éste, especialmente esta última semana en que Gadafi ha mandado atacar a sus protestantes y amenazado al pueblo, la reacción ha sido un tanto distinta, y lo que se escucha en los medios no es apoyar una transición democrática, es que cese la violencia.

Qué distintas son las cosas para un dictador u otro según si se porta bien, se porta mal, o... quizás no tenga nada que ver con que Líbia tiene petróleo donde, por ejemplo, particularmente extrae la empresa española Repsol -que no aparece en el Registro de Inversiones, pues efectúa desde sus filiales en Holanda y Suecia-. No, definitivamente a este hombre no hay que pedirle (por ahora) nada sobre la democracia, porque claro, 'como allí no hay partidos', haa.. ahí queda. Luego nuestra ministra dice que "Europa no tiene la varita mágica para cambiar gobiernos y que su pasividad no tiene nada que ver con salvaguardar intereses económicos."

El panorama que se presenta a través de la prensa, es un poco extraño, como siempre. Lo que ha llamado mi atención ha sido la propaganda democrática que se ha llevado oportunamente, cuando la solución a la gente de estos países no tiene porqué ser tener unos partidos a los que elegir, sino que se atiendan sus derechos humanos, su dignidad o su decencia. La democrácia en sí es una herramienta tan dudosa como tantos otros régimenes, pues al final lo que importa es que quien esté al cargo tome las decisiones administre correctamente -que así de facil es enunciarlo-.

Vistas las actitudes de los gobiernos que dicen ser democráticos porque cada cuatro años puedes elegir entre un inútil o un fantasma, para que finalmente actúen según el criterio escrotal o las directrices corporativas, y vistas las guerras que se han librado en nombre de la democrácia en países donde se ha concluido con interesantes resultados económicos o mercantiles, pero dejando lo que debía ser la principal agenda en derechos humanos en último plano, la democracia no solo es una pomposa farsa y un ridículo escenario de opiniones contrapuestas, sino que se quiere convertir en un dogma vinculado a conceptos como la libertad o el bienestar social entre otras connotaciones. Una relación que cada vez resulta más borrosa.

- Eh tío, te mola mi palo?
- Que si me mola? esta cojonudo!

Hace unos cuantos años atrás, y desde hace siglos, en los tiempos en que la iglesia era poderosa, la leyenda podía ser algo así como... "Debemos mostrarles el camino y el corazón de Jesús", "Debemos obrar la voluntad de nuestro Señor", o similares, y con esto se justificaron toda clase de acciones, incluidas guerras, matanzas o represión con aturdidora fuerza divina.

Pero eso ya no se lleva.
Ahora se lleva el proceso democrático.

...a mi me sigue pareciendo lo mismo.